Una actitud positiva (V. Santonja)

Luchar por la propia vida o la propia salud es instinto de supervivencia. Estamos programados para ello. Salvo casos muy excepcionales, todo el mundo quiere seguir viviendo y hacerlo en buenas condiciones de salud. Suponer que la evolución de una enfermedad depende fuertemente de la actitud que el enfermo adopta ante las misma, implica culpabilizar a los que terminan vencidos por su enfermedad por no haber luchado lo suficiente. En general, no hay personas luchadoras y no luchadoras. Todos afrontan la enfermedad con los recursos disponibles. EstĆ” demostrado que una actitud positiva, tiene una repercusión favorable en el desarrollo de muchas enfermedades. Y es claro, ademĆ”s, que esa actitud positiva va a permitir que la persona que padece una enfermedad lo haga con mejor estado de Ć”nimo y menor sufrimiento. Todo esto forma parte del instinto de supervivencia: bĆŗsqueda de estrategias que nos permitan vivir mĆ”s y mejor. Lo que tiene un gran valor es plantear esta lucha instintiva contra la enfermedad de una forma que aporte tranquilidad y, por quĆ© no, felicidad a los demĆ”s, tanto a las personas cercanas como a las que no conocemos pero que estĆ”n en una situación similar a la nuestra. Por ejemplo, y centrĆ”ndonos en el pĆ”rkinson, podemos intentar disminuir la preocupación y la ansiedad de las personas cercanas no exteriorizando de forma repetitiva nuestras inquietudes o nuestro desasosiego, Esto no impide que podamos mantener una conversación en la que planteemos abiertamente nuestras preocupaciones y temores. Una charla tranquila y razonada sobre estos temas puede tener un efecto positivo y liberador en nosotros y ayudar a nuestro cĆrculo de apoyo a entender mejor nuestras inquietudes respecto al futuro y asĆ poder prestarnos un mejor soporte. TambiĆ©n contribuye a disminuir la incertidumbre sobre el futuro, el involucrarse en nuevos proyectos y perseguir nuevos objetivos. La persona con pĆ”rkinson centra su atención en esos objetivos y la aparta temporalmente de los detalles de la evolución de su enfermedad. Al mismo tiempo, transmite una actitud que ayuda a sĆ mismo y a los demĆ”s a imaginar un futuro en el que esos proyectos se hacen realidad. AdemĆ”s, el mantener esta disposición activa puede, en algunos casos, inducir en otras personas con situación mĆ©dica similar, un impulso para plantear sus propios objetivos y pasar a formar parte del grupo de personas con enfermedades crónicas que tratan de crear un entorno saludable alrededor de su problema de salud.